Hay muchas voces que pueden hablar con gran conocimiento de causa. Es claro sin embargo que si no hay una buena inversión en tecnología y en nuestros científicos, el país no irá más allá de su baile y pandereta.
Cito a continuación parte del artículo de PERE PUIGDOMENECH, Profesor de Investigación de CSIC ( El Periódico 07/10/09 ).
La actividad científica tiene tiene actualmente unos efectos bien definidos sobre la vida de la gente. Si queremos que nuestros hijos reciban una educación de calidad en nuestras universidades, es preciso que estas realicen una buena investigación. Si queremos que en nuestros hospitales se dé una asistencia que incluya los últimos métodos de diagnóstico y tratamiento, es preciso que nuestros médicos tengan un contacto lo más estrecho posible con investigación de primer nivel. Si queremos que nuestros hijos encuentren trabajo en empresas eficientes y productivas, capaces de competir en el mercado internacional, es necesario que los que trabajan estén bien formados y que tengan un entorno tecnológicamente potente. Si queremos tomas decisiones sobre los temas complejos que se nos plantean desde las células madre hasta los transgénicos, pasando por el cambio climático o las fuentes de energía, es preciso que exista gente que esté en primera línea de investigación para informarnos a todos.
Hoy en día el ciudadano tiene que opinar y exigir a sus dirigentes buenas opciones de futuro. Estas opciones suelen ser a medio y largo plazo, pero vale la pena implicarse porque normalmente las recompensas contribuyen a que todos los ciudadanos mejoren , en conocimiento y económicamente.
Rosario Olmos Campanales